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martes, 2 de marzo de 2010

Dodecálogo del Cuentista

  • (ensayo)
    Por Andrés Neuman
  • i. Contar un cuento es saber guardar un secreto.
  • ii. Aunque hablen en pretérito, los cuentos siempre suceden «ahora». No hay tiempo para más ni falta que hace.
  • iii. El excesivo desarrollo de la acción es la anemia del cuento, o su muerte por asfixia.
  • iv. En las primeras líneas un cuento se juega la vida; en las últimas líneas, la resurrección. En cuanto al título, paradójicamente, si es demasiado brillante se olvida pronto.
  • v. Los personajes no se presentan: actúan.
  • vi. La atmósfera puede ser lo más memorable del argumento. La mirada, el personaje principal.
  • vii. El lirismo contenido produce magia. El lirismo sin frenos, trucos.
  • viii. La voz del narrador tiene tanta importancia que no debe escucharse demasiado.
  • ix. Corregir: reducir.
  • x. El talento es el ritmo. Los problemas más sutiles empiezan en la puntuación.
  • xi. En el cuento, un minuto puede ser eterno y la eternidad caber en un minuto.
  • xii. Narrar es seducir: jamás satisfagas del todo la curiosidad del lector.


Tomado de: NEUMAN, Andrés, “Dodecálogo del cuentista”, en el apartado tercero: “Ensayo”, 2do. Enunciado ‘Reflexiones sobre el cuento’, en la revista Eskeletra Post No. 12, p. 37, Eskeletra Editorial, Quito, mayo 2009.

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