- (ensayo)
Por Andrés Neuman - i. Contar un cuento es saber guardar un secreto.
- ii. Aunque hablen en pretérito, los cuentos siempre suceden «ahora». No hay tiempo para más ni falta que hace.
- iii. El excesivo desarrollo de la acción es la anemia del cuento, o su muerte por asfixia.
- iv. En las primeras líneas un cuento se juega la vida; en las últimas líneas, la resurrección. En cuanto al título, paradójicamente, si es demasiado brillante se olvida pronto.
- v. Los personajes no se presentan: actúan.
- vi. La atmósfera puede ser lo más memorable del argumento. La mirada, el personaje principal.
- vii. El lirismo contenido produce magia. El lirismo sin frenos, trucos.
- viii. La voz del narrador tiene tanta importancia que no debe escucharse demasiado.
- ix. Corregir: reducir.
- x. El talento es el ritmo. Los problemas más sutiles empiezan en la puntuación.
- xi. En el cuento, un minuto puede ser eterno y la eternidad caber en un minuto.
- xii. Narrar es seducir: jamás satisfagas del todo la curiosidad del lector.
Tomado de: NEUMAN, Andrés, “Dodecálogo del cuentista”, en el apartado tercero: “Ensayo”, 2do. Enunciado ‘Reflexiones sobre el cuento’, en la revista Eskeletra Post No. 12, p. 37, Eskeletra Editorial, Quito, mayo 2009.
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